Las nuevas chicas de Zara sonríen y se tatúan
Pese a que el precio de la ropa sea catalogado como de bajo coste, Zara cuida cada mínimo detalle de su imagen como marca, como si de la firma más lujosa se tratase. Su página podría hacerse pasar por el editorial de la revista de moda más potente del momento y su modelo de negocio es considerado por los expertos como único y redondo (que dice no a la publicidad).
La realidad es que el conocido como gigante low cost, tiene poco de low cost. Para sus campañas, trabaja mano a mano con los fotógrafos más prestigiosos, como Steven Meisel, y estilistas y modelos con currículums sobresalientes que han hecho de la web, con más de 3 millones de visitas diarias, el perfecto catálogo de tendencias (y no hablamos solo de ropa) y el referente para un número indecente de mujeres de todo el planeta.
En la cadena de Inditex nada es casual y cada uno de sus movimientos esconde un por qué. Si bien Zara, conocedor de la capacidad de influencia que tiene sobre su público, siempre ha contado para sus campañas con modelos que se ajustan a la perfección a cánones establecidos y a la supuesta corrección, ahora se desliga de la línea habitual e incorpora a mujeres «poco tradicionales». Son el reflejo de los diferentes tipos de belleza femenina que existen, que van encontrando al fin su representación en una presunta apuesta por la naturalidad para su colección primavera verano.
El lookbook de la colección primavera-verano tiene espacio para las sonrisas. / Zara
Para este nuevo enfoque, Zara traslada la calle de cualquier ciudad directamente al lookbook de la firma. Cejas pobladas, despeinadas, sin maquillar y con aparato, pelos extra cortos y hasta sonrisas descaradas (algo no muy habitual dentro de la industria).
Entre todo este amplio abanico de estilos, destaca la figura de Jane Moseley, una chica de belleza clásica con el cuerpo adornado por decenas de tatuajes. Algo que nunca ha contado con la aprobación de la industria y mucho menos en cadenas con un target tan amplio.
Zara apuesta por una chica tatuada, algo poco habitual en la industria de la moda. / Zara
Así, Zara desmonta tópicos y apuesta por la diversidad y el optimismo como nueva herramienta de venta y Moseley, capaz de romper reglas y normalizar lo que no está establecido en una esfera tan estricta, se convierte en una de las chicas más buscadas del momento. ¿A qué se debe la nueva apuesta del gigante low cost?